martes, 23 de octubre de 2012

La evolución del tanque de guerra

 
 

El tanque fue una solución al problema de avanzar mientras se está bajo fuego enemigo. Los griegos construyeron grandes torres de asedios denominadas Helepolis. Los asirios tenían barreras móviles para sus arqueros. El Imperio Romano tenía torres con armadura y ruedas armadas con catapultas. Los polacos y checos construyeron vagones de guerra blindados con metal en la Edad Media. Leonardo da Vinci diseñó vehículos de ataque con ruedas propulsados por hombres.

 
 








La mayoria de estas ideas antiguas se centraban en el asedio, donde las tácticas y formación tenían un impacto menor. Los avances tecnológicos de la Revolución industrial amenazaron con convertir todas las guerras en un asedio de grandes proporciones.


Los coches blindados, construidos por primera vez por los británicos, probaron ser útiles en la guerra pero no eran muy buenos para atravesar terrenos complicados como las trincheras. La principal limitación era la relación entre el área de superficie de las ruedas en contacto con el suelo y el peso del vehículo.









 

Los británicos solucionaron este problema utilizando varias tecnologías para crear un nuevo tipo de arma. Combinaron las cadenas de oruga, armas montadas en torretas y blindaje a prueba de balas. Denominaron a este nuevo vehículo como tanque. 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fueron utilizados por primera vez durante la Primera Guerra Mundial y evolucionó hasta asumir el puesto de la caballería en el campo de batalla. Su nombre apareció en las fábricas británicas (tank en ingles) donde los trabajadores creían que estaban construyendo depósitos de agua móviles para el Ejército Británico.














En el periodo de entreguerras la evolución del tanque fue imparable. Se montaba sobre el cuerpo del tanque una torre capaz de girar 360° en la que va montado el armamento principal (cañón y ametralladora). El aumento de potencia de los motores es decisivo para aumentar el espesor de los blindajes,  mover la torre y aumentar la velocidad y autonomía del tanque. Aunque se emplearán remaches durante la guerra, como los carros con la torre y todo o parte del cuerpo fundido en una sola pieza. Poco antes de la Segunda Guerra Mundial aparecen los primeros tanques con motor diésel, lo que aumenta su autonomía y lo hace más seguro.